sábado, 2 de octubre de 2010

1902, año del juicio final en Saint Pierre

Debajo de nosotros, el mar, con una playa llena de arena para bañarse y otros árboles frutales admirables para el paisajista. Lo que más me agrada son las figuras. Todos los días hay un vaivén continuo de negras ataviadas con ropas de mil colores, de movimientos gráciles infinitamente variados. Así definía Gauguin la vida en San Pierre en el siglo XIX. Hoy sigue igual, anclada en el tiempo con sus playas, sus mercados de frutas y su encanto decadente. Quizá la ciudad más evocadora de toda la isla de Martinica.

Un historiador habla de lo que ha sido la ciudad en los siglos anteriores: 'Saint Pierre tiene la playa más importante de toda la región. Tuvo igualmente los puertos más importantes de la zona sur del Caribe, situada en un punto estratégico, era la plataforma económica de la región. Controlaba el tráfico entre Europa y los Estados Unidos. Los mercaderes llegaban de Europa y desde Saint Pierre se distribuían a toda la zona del Caribe. '

Saint Pierre era el centro cultural y neurálgico de Martinica, hasta la erupción de Monte Pelée en 1902. Fue el desastre volcánico más violento del siglo XX. La ciudad quedó arrasada en cuestión de minutos. Treinta mil personas murieron al respirar la ceniza incandescente. Solo se salvaron 3, una niña, un zapatero y un preso. La niña y el zapatero murieron al día siguiente y el preso, de nombre a Louis August sobrevivió y se convirtió en leyenda. Le salvó porque al estar aislado en un calabozo de espaldas al volcán. El único superviviente del día del juicio final fue su nombre artístico, con el que se ganó la vida en un circo, recreando sus hazañas hasta el fin de sus días.

El historiador sigue contando: 'Desde 1889 el volcán ya estaba dando señales de una posible erupción y a partir de febrero de 1902 empezó a echar humos y fragmentos de roca, y a partir de abril empezó a echar ceniza incandescente, hasta un río se volvió blanco. Pero las autoridades desviaron la atención, diciendo que era una fábrica de armas que había en la región. El mayo de 1902, tres días después de teñirse el río de blanco, el volcán explotó. Fue una explosión piro clástica, arrojando rocas y lava. Saint Pierre fue destruida por la explosión de rocas y ceniza. Para comprender bien la violencia e instantaneidad de esta explosión, se puede comparar con una bomba atómica. '

Las aves huían y las serpientes y hormigas invadieron la ciudad. Aun así, el gobernador, por motivos electorales, negó el peligro, además hizo trasladar a su familia de Fort de France a Saint Pierre. Murieron todos. La vida social se paralizó. Hicieron faltas décadas para que la ciudad volviera a la normalidad.  La historiadora Marianick del teatro de la ciudad de Saint Pierre, "que se construyó en el siglo XVI y es una pequeña réplica del teatro de Burdeos en el suroeste de Francia. Este teatro está derruido y solo quedan algunas piedras después de la erupción del volcán. Cuando tuvimos el desastre, todas las piedras y todo lo que escupía el volcán venia a una velocidad de 500 Km. por hora, es decir, todo fue arrasado. Solo quedó la parte más baja del teatro. '

Hoy, el Monte Pelée está en calma, aunque sigue activo. Escalar sus 1369 metros de altura es uno de los destinos más codiciados entre los montañistas y amantes de los volcanes. Un montañero cuenta: 'La subida a la montaña es un poco dura a principio. Pero después, si pasas el primer tramo, es muy agradable. Y ya se puede ver entre los claros una vista muy bonita de Saint Pierre.'

Dicen que si logras ver la cima del volcán desde Saint Pierre, seguro volverás a la isla. Es difícil y hay que tomárselo con calma, porque la bruma y las nubes la ocultan casi siempre. Pero merece la pena la espera, si la recompensa es volver a la ciudad.


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